La digitalización inmobiliaria es ya una realidad

El sector inmobiliario ha sido considerado tradicionalmente como un sector anticuado por sus procesos manuales, su poca tecnología aplicada y un cliente lejos del centro del proceso. Al menos ese era el recuerdo hasta que se ha introducido la digitalización inmobiliaria y en Aplicaciones y tecnología te hablamos de ello.




La compraventa de una vivienda, habitualmente llena de trámites y con una ejecución farragosa, ha evolucionado hacia una experiencia cada vez más estimulante para el cliente.

Cambios gracias a la digitalización inmobiliaria

La digitalización inmobiliaria actual

Los cambios en los hábitos y costumbres del consumidor han creado una nueva forma de demanda. Junto con el impulso tecnológico han modificado de forma exponencial la entrega de servicios al gran público. Y en el sector del ladrillo, este cambio ha significado la digitalización inmobiliaria.

Para el sector inmobiliario, queda ya lejos la primera gran revolución que supuso Internet y que cambió los clasificados en prensa por los ahora omnipresentes portales inmobiliarios. Casi dos décadas después, estamos asistiendo a una nueva y más profunda transformación del sector en todos sus aspectos, es decir, sus actores, procesos y recursos. El nuevo escenario está caracterizado por situar al cliente en el centro y rodearlo de soluciones digitales que se adapten a sus necesidades.

Nuevos participantes, como las inmobiliarias online o aplicaciones que compran o venden tu piso en pocos días, han empezado a convivir con los agentes tradicionales que ya están digitalizando su modelo comercial. En paralelo, los procesos se especializan aportando mayor calidad y profesionalidad a cada paso, como, por ejemplo, que exista un agente para el comprador distinto del agente del vendedor. Pero ¿Y los recursos?, aquí es donde queda más patente la traza digital que está viviendo el sector inmobiliario, acelerado por la situación de pandemia que vivimos. La transformación ha traído la proliferación de compañías tecnológicas que ofrecen soluciones en los puntos clave del proceso inmobiliario. Se trata de las “Proptech” (tecnología de la propiedad) y son los artífices del cambio digital en este sector.

Cambios gracias a la digitalización inmobiliaria

La digitalización de procesos, o la “Uberización de servicios”, ha entrado de lleno facilitando, a través de nuevas aplicaciones, una disminución de los tiempos de compra de una vivienda. Los principales cambios han venido centrados en varios aspectos:

El usuario busca su piso de manera distinta.

Más del 85% de las búsquedas inmobiliarias se realizan a través de Internet, concentradas sobre todo en los portales que acumulan el tráfico. El 75% de las mismas se realizan a través del móvil, convirtiendo Internet y el móvil en los principales canales de venta y gestión.

Esto ha provocado una evolución de la experiencia del usuario, con búsquedas por localización a través de mapas interactivos o viendo los inmuebles a través de realidad virtual o tours en 3D (adiós a las fotos mal enfocadas). ¿El resultado? ofrecer al cliente la posibilidad de visitar un piso desde el sofá de su casa con una tecnología totalmente inmersiva. Mejorando su experiencia y ahorrando tiempo en visitas no ajustadas a sus preferencias.

Por el lado del vendedor, el primer movimiento lógico es querer saber que vale su vivienda. Esto ya es posible con herramientas de “big data” que agrupan la información de mercado y permiten conocer en minutos el precio del inmueble usando inteligencia artificial. El siguiente paso, y gracias a la oferta digital, es o recibir una propuesta de compra firme en 48 horas (y vender en 10 días si se acepta), vender usando un agente virtual o contratar un agente especializado que garantice un asesoramiento a medida.

El agente maneja más datos y ofrece mejor asesoramiento.

El agente maneja más datos y ofrece mejor asesoramiento.

El cambio en la demanda, agravado por la pandemia, ha transformado digitalmente también al profesional inmobiliario. La necesidad de distanciamiento social ha forzado el desarrollo de tareas alternativas a, por ejemplo, la prospección presencial de un inmueble. El sector ha sabido adaptarse, con ayuda de reuniones online, tours virtuales donde el agente muestra un inmueble de forma remota y aplicaciones que permiten ofrecer valoración instantánea desde la web del profesional (por ejemplo, la evolución del precio y principales ventas en su zona).

Por otro lado, el profesional inmobiliario maneja una gran cantidad de datos y el CRM o gestor de clientes se ha convertido en la columna digital central para tener toda la información agrupada, segmentada y conectada entre sí. Permite tener todo el proceso comercial accesible y conocer en todo momento la situación conjunta de los inmuebles a la venta, sus prospectos y clientes, y las oportunidades generadas entre ellos.

Esto, unido a soluciones de calificación a usuarios (o a inquilinos) y de automatización del marketing digital, ha permitido al profesional ser mucho más efectivo en su gestión diaria y ofrecer servicios personalizados de valor al cliente.

Son sólo algunos de los avances que están transformando digitalmente la industria del inmueble, aunque existen otras tecnologías menos presentes pero que veremos pronto. A nivel tecnológico, la inteligencia artificial y el Blockchain cambiarán la manera de realizar transacciones desde nuestra pantalla de móvil.

En cuanto a tendencias, la economía colaborativa con el Coworking y Coliving como ejemplos, van a ser nuevos ámbitos de transformación sectorial.

El inmobiliario ha entrado en un nuevo paradigma digital, centrado en las necesidades del cliente y en dar información, transparencia e inmediatez de forma constante desde cualquier dispositivo. Ya no importa el inmueble, el nuevo rey es el cliente digital informado en tiempo real.




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